Se diría que este film de 1956 juega dos cartas distintas. Por un lado, trata de neutralizar la "memoria histórica" de los "maquis" al convertir la guerrilla residual del franquismo en la "lepra del bandolerismo", es decir, en un fenómeno de economía criminal ya superado (aunque, de hecho, el último episodio de los "maquis" tuvo lugar en 1965). Pero también convierte un tema político muy sensible en una cinta de aventuras compatible con el "cine de bandoleros" típicamente español, una especie de western hispanizado en donde no falta un paisaje agreste (situado en Albarracín), tiroteos, persecuciones a caballo, o la misma música de Antón García Abril -en su primera colaboración con Pedro Lazaga.
1 comentario:
No conocía este film ni el hecho que relata. Simepre es bueno pasarse por aquí y descubrir nuevas cosas. Saludos!
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